domingo, 21 de marzo de 2010

Reflexión sobre la radiación


Ésta mañana leí una noticia donde se decía que Japón construiría 10 centrales nucleares más para el año 2030 y me acordé del sarpullido que le sale a mucha gente cuando escucha o lee la palabra radiación.

Seguro que el 95% del público general, en cuanto escuchan o leen radiación, lo asocian instantáneamente a las centrales nucleares que, a su vez, son asociadas a la bomba atómica por una gran parte de ese 95%. En sentido estricto, la radiación no es más que un flujo de energía en el espacio, bien en forma de ondas electromagnéticas o bien en forma de partículas subatómicas. Ya de entrada, la electromagnética da su juego. Si buscáis una imagen del espectro electromagnético veréis cosas muy curiosas, casi tanto como más de una reacción. Por ejemplo las ondas de radio (o radiación radio, para acojonar más) son uno de los tipos de radiación y nadie dice nada. Bueno, igual cuando Zapatero o Pepiño dicen algo por la radio se maldice un poco y tal, pero sin alarmas ni preocupaciones. Sin embargo, dependiendo de cuánto ruido se haga, puede acojonar más: las antenas de telefonía móvil tan temidas y que más adelante sacaré nuevamente a colación, también son ondas de radio como las de la COPE, RNE, EuropaFM, los 40 principales o cualquiera de las emisoras que millones de personas escuchan cada día.

Las ondas de radio son las menos energéticas de todo el espectro. Si subimos un peldaño energético vemos que hay otra radiación acojonante: las microondas. No acojonan porque nos calientan la comida. A Bender no le hace ni pizca de gracia, pero es otra radiación muy utilizada en las telecomunicaciones y nadie se asusta pese a ser una radiación. Una radiación más energética (ergo, dañina) que las anteriores es la radiación infrarroja: ¿qué cara pondría una persona a la que se le avisa de que el aparato X emite radiación infrarroja? supongo que más o menos la misma que he visto cuando en su momento puse un cartelito en un recipiente con el nombre de ácido acético (actitud de respeto... ¡que es un ácido!). Pero no hay que ser cabrón, así que a ésta radiación la vamos a llamar... calor. Los seres humanos, y todos los organismos homeotermos somos auténticas bombas de radiación infrarroja. Otra radiación acojonante es la radiación visible, que bueno, después de todo no es tan acojonante porque la podemos ver. Tanto la radiación infrarroja, bueno, calor, como la radiación visible o los rayos UV-A (los del bronceado), son mucho más energéticas que las famosas antenas de telefonía, sin embargo éstas últimas son las que se llevan toda la prensa. Además de todas éstas, tenemos ultravioletas (A, B y C), rayos X y rayos Gamma.

La radiación en forma de partículas subatómicas tiene menos chicha ya que sólo están aqui los núcleos de Helio (radiación alfa) y los electrones (radiación beta).

Ahora viene otra cosa graciosa: el 87% de la radiación que reciben las personas es radiación natural, donde el radon se lleva la palma con el 47%. El 13% restante es de origen humano. De ese 13%, el 12% se recibe a través de tratamientos médicos varios (ya sea por exposición a rayos X, chute de yodo 131, etc). Y sólo el 1%, entre pitos y flautas, se debe a la radiación "industrial", de las centrales nucleares. Éstos son los datos generales, lo que hay. A partir de aqui cualquier iluminado puede empezar a usar la estadística para acojonar al personal: ¡el X% de la radiación que más aumenta es la Y!, siendo X un porcentaje aleatorio, siempre de valor absoluto considerable, e Y es la energía a atacar. Y dañinas a algún nivel lo son la mayoría de ellas (el resto con lagunas), pero no sé por qué hay personas obsesionadas con cosas concretas dándole más importancia de la que realmente tienen. El efecto del radón en el cáncer de pulmón de mineros que trabajan en explotaciones de uranio es un efecto bien conocido, o el de las mujeres usaban pintura fluorescente con radón en sus trabajos, ¿y dónde están las alertas por radón? ¿eh?

En la radiación terrestre hay implicados elementos que, dichos fuera de su contexto, podrían llegar a acojonar: potasio 40, carbono 14, radon 226, rubidio 87, tritio, uranio 238 o el torio 232. Todo ello desde la formación del universo (y de éste planeta en particular). De hecho, si tenéis acceso a un contador Geiger y apuntáis a vuestro amigo (o alguien que no os caiga bien si lo queréis asustar) y empezar a escuchar el grrrgrgrgrgrg del conteo. El cuerpo humano contiene alrededor de 10.000 Bq (Becquerel. 1Bq = 1 desintegración por segundo). Son radioisótopos que se encuentran en minerales (de los que se extraen materiales para la construcción, por ejemplo) y también en los seres vivos (parte de los cuales usamos de alimento).

Vivimos rodeados de radiación. Y no sólo eso: la vida ha evolucionado en un universo radiactivo.

Como véis, hay un mundo de radiación más allá de las centrales nucleares. Centrales nucleares que, dicho sea de paso, son muy seguras; aunque los pocos accidentes que se han dado (dividid por el número de centrales existentes y veréis la "accidentalidad" tan irrisoria) han tenido mucha publicidad, estableciendo el acojone en el ciudadano. Supongo que cuando el AVE tenga un accidente a 300km/h la gente hasta se acojonará del AVE, qué le vamos a hacer, la gente es así de influenciable. Pongo como ejemplo el AVE como algo gráfico de muy poca siniestralidad (de momento no hubo accidentes, toquemos madera) pero que podría tener una gran mortalidad si se diera. Cualquiera de vosotros podría poner otro ejemplo similar con cosas cotidianas. Cosas cotidianas que utilizamos sin mayor problema bien porque nos hace falta o bien por placer. Así que, si se quiere mantener un nivel de vida determinado, hay que tirar por ahora de la energía nuclear (si, la que es el 1% de lo que recibimos) hasta que llegue la fusión.

El que no esté de acuerdo, que sea consecuente y se instale paneles solares en su casa para ser energéticamente autosuficientes y vaya a buscar el agua a un rio, y la potabilice -que se puede- de modo no industrial (lo digo porque para llevar el agua a casa y potabilizarla se usan aparatos que requieren de electricidad). De no ser así, veremos con frecuencia (ya se ve, pero bueno) contradicciones tan curiosas como ecologistas protestando contra el uso de combustibles fósiles que van en lanchas de gasolina, o van a sus macroquedadas para reventar actos en automóviles de gasolina/gasóil o, como Al Gore, incluso en avión.

Y a colación de Gore: ¿realmente es una central nuclear tan ecologista? "sí, emite vapor de agua"... ¿pero si te digo que el vapor de agua es el responsable de la inmensa mayoría del efecto invernadero?. Seguro que más de uno se ha echado las manos de la cabeza, mal dolor le de al del gorrocóptero, ¡hoy me ha dicho que vivimos en un mundo radiactivo donde la radiación de las centrales es calderilla y encima que el vapor de agua causa efecto invernadero!


P.D.- Otro día te contaré que emites gases tan dañinos como el archiconocido CO2 o el archiignorado CH4.

Enlaces curiosos:


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1 comentarios:

Rcubo dijo...

No me lo puedo de creer, ahora defensor de la energia atómica (Si, que así acojona mas), Ya nos veremos en Chernobyl-2, hombre...:-)

Fuera coñas, estoy bastante de acuerdo contigo, ya conocia todo esto y es una pena lo desinformado que está el mundo (En esto y en otras cosas peores). En fin, los politicos han conseguido su tan ansiada plebe, como cuando los romanos.....

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